« Recogemos lo que sembramos »,
« Lo que va, vuelve »,
« Lo que damos, recibimos »
Son dichos que aluden a la Ley del Karma.
Karma significa « acción ».
Las acciones que realizamos cada día en cada momento, son el resultado de nuestros pensamientos y del sistema de creencias que rige nuestras vidas.
Ser consciente de nuestros pensamientos o no serlo, marca la diferencia en cuanto a la responsabilidad que asumimos por nuestros actos y sus consecuencias.
Cada acontecimiento de nuestra vida, ya sea agradable o desagradable, sufrimiento o felicidad, procede de nuestro interior. Somos nosotros mismos quienes lo hemos atraído a nuestro mundo. Cuando los acontecimientos agradables nos hacen felices, los acogemos con alegría y disfrutamos de sus beneficios temporales.
Pero cuando los acontecimientos desagradables nos hacen infelices y nos traen sufrimiento, no los aceptamos y queremos deshacernos de la situación lo antes posible para pasar a otra cosa que nos dé placer.
De hecho, la vida se balancea entre las olas del cambio. La desgracia y la felicidad, la salud y la enfermedad parecen ir y venir de nuestras vidas de forma azarosa, pero en realidad responden a una agenda sincrónica, perfectamente orquestada por las fuerzas implacables de la Ley del Karma.
Esto es difícil de discernir y comprender con nuestra mente inferior, manejada por una lógica tridimensional. La falta de comprensión nos lleva a sentir que no tenemos control sobre la situación, y con ello, incertidumbres, dudas y miedo; todo esto liberado en nuestro sistema puede traducirse en formas de ansiedad, ira, frustración o depresión.
Todos experimentamos momentos difíciles por diferentes motivos.
Aquellos en búsqueda espiritual y con aspiraciones más elevadas tomarán las situaciones desagradables y las crisis como una oportunidad de ascensión. Aprovecharán la situación para trascender una de las muchas coberturas que posee el llamado « Ego ».
El fin último de todo esto sería conectar con ese Centro Estable, Silencioso e Inmutable que se esconde en nuestro interior y que ES nuestro verdadero « yo »: la Presencia « Yo Soy » o « El Ser ».
Toda situación difícil, como una enfermedad, un accidente o un acontecimiento traumático, problemas familiares o de pareja inmanejables, o también, bloqueos persistentes en distintas áreas, nos lleva a preguntarnos: ¿Qué está pasando? ¿Por qué ocurre? ¿Cómo empezó todo?
Cuando nos damos cuenta de que la verdadera razón y causa de todo lo que nos ocurre está dentro de nosotros mismos, trabajaremos sobre nosotros mismos para identificar qué es lo que falla y así poder cambiar la parte de nuestros pensamientos y acciones que reproducen nuestra infelicidad.
CUÁNDO PENSAR EN LA POSIBILIDAD DE SER OBJETIVOS DE MAGIA NEGRA
Ejemplos que escuchamos a menudo de víctimas o allegados de víctimas de magia negra:
- Bloqueos persistentes en la resolución favorable de sentencias judiciales,
- Desaparición de documentos importantes,
- Problemas de salud persistentes o enfermedades recurrentes,
- Accidentes traumáticos,
- Cambios de humor repentinos e injustificables y aparición de tendencias melancólicas o depresivas, o aparición de estallidos de cólera y fuego devastador.
- Bloqueos persistentes de la buena suerte en cuanto al flujo de abundancia económica y/o material,
- Tensiones y conflictos injustificables o inexplicables con los seres queridos, especialmente con la pareja
Si durante una situación caótica de desgracia y sufrimiento, ya hemos realizado sinceramente el trabajo interior necesario;
si ya hemos seguido nuestros propios instintos para sanar y resolver los problemas de forma armoniosa;
si finalmente ya hemos recibido ayuda terapéutica para cambiar la situación a todos los niveles,
pero la situación de caos/sufrimiento persiste a pesar del agotamiento de todos nuestros recursos, sin que podamos descifrar nada ni observar nada significativo…,
entonces podemos considerar la posibilidad de ser el blanco de la magia negra, o en todo caso, el blanco de una corriente concentrada de pensamientos oscuros y deseos oscuros para nuestra vida personal y para nosotros mismos.
Hay tres puntos muy importantes que entender aquí:
1) Quienes envían desgracias (ya sea por sí mismos o a través de un practicante de magia negra) se sienten infelices y albergan fuegos de ira (celos, odio, rabia, resentimiento…) que les impulsan a proyectar sobre los demás todo tipo de negatividad concebible. Obviamente, estas personas infelices no saben y no pueden hacer otra cosa que elegir la posición de víctima y negarse a mirar dentro de sí mismas para ver qué es lo que está mal y qué es lo que realmente ha creado su infelicidad.
Como resultado, estas personas señalarán con el dedo a los responsables de su infelicidad y buscarán venganza, es decir, que los demás sean infelices como ellos y que no puedan desarrollar su potencial en la vida, como ellos mismos.
2) Si te ves afectado por la magia negra, es debido a fallas internas en tu psicología y/o emociones profundamente arraigadas, ya sean conscientes o inconscientes, donde las energías oscuras pueden aferrarse, alojarse y propagarse, y donde se somatizan en forma de enfermedades, accidentes u otros problemas caóticos.
3) Dependiendo del poder personal de la persona que lanza el hechizo, los efectos varían, al igual que varía en función del nivel de conciencia y desarrollo espiritual de la persona víctima de la magia negra.
Si el objetivo es una persona con una Conciencia de Dualidad que no se responsabiliza de todo cuanto sucede en su vida, esta persona no podrá contar con las Protecciones del Cielo que evitarían las peores consecuencias posibles.
Por otro lado, si la persona a la que se apunta es una persona con Conciencia de Unicidad, que asume su parte de responsabilidad por todo lo que le sucede, esa persona tendrá sin duda una Protección del Cielo que evitará todo un caos y sufrimiento potenciales.
Dependiendo de nuestro Cociente de Luz Interior, los efectos de la magia negra en nuestra vida se manifestarán de formas radicalmente distintas, a nuestro favor o en nuestra contra.
CÓMO PODEMOS AYUDARTE
1) Identificaremos tus fallas, debilidades y puntos internos donde las energías de la magia negra pueden engancharse y manifestar caos y sufrimiento.
2) Sugeriremos prácticas holísticas/terapéuticas para transformar tus debilidades en fortalezas y tus debilidades en Fuerza y Poder Personal.
3) Discutiremos contigo la pertinencia de trabajar con Fuerzas extremadamente Poderosas (Divinas) para repeler radicalmente las energías de la magia negra.