EL BUDA, EL GRAN MÉDICO: LAS CUATRO NOBLES VERDADES

Todos experimentamos alguna forma de sufrimiento o insatisfacción en nuestras vidas. Más tarde o más temprano, todos experimentamos alguna forma de sufrimiento físico (enfermedad), psicológico y/o emocional (ansiedad, angustia, miedo, obsesión, adicción, depresión, frustración…).

Cuando ciertas formas de sufrimiento se repiten en nuestra vida, empezamos a hacernos las preguntas adecuadas y queremos poner fin a la infelicidad que experimentamos. Antes de acudir al Gran Médico, El Buda, he aquí el primer camino a seguir para una transformación preliminar:

  • La causa de nuestro sufrimiento o insatisfacción no está fuera de nosotros.
    Las causas de nuestra infelicidad pueden manifestarse a través de elementos externos (alimentos, situaciones y personas, la crisis económica, el gobierno, etc.), pero no serán la causa original de nuestra infelicidad y nuestras diversas desarmonías.
  • Sólo nosotros somos responsables de lo que nos ocurre.
    Ciertamente, hay muchos parámetros y acontecimientos en la vida que no podemos controlar, pero hay muchos aspectos, hábitos y tendencias cotidianas que sí podemos controlar, por ejemplo: lo que comemos y cuánto comemos; el tiempo que pasamos en las redes sociales; con quién nos juntamos; lo que leemos y vemos en la televisión o en el ordenador; el tiempo que dedicamos a reconectar con nosotros mismos (meditación, expresión de nuestras artes y talentos, ejercicio físico de nuestra elección, etc.).
  • Identificar los vectores de sufrimiento, insatisfacción y/o falta de armonía en nuestra vida.
    Una vez identificada la situación, el hábito, la persona o la causa física que activa nuestro sufrimiento, debemos decidir si mantener la misma posición frente al vector que hemos descubierto y perpetuar este sufrimiento, o cambiar y posicionarnos de forma diferente para detener su causa en el plano físico.

Todo ello constituye el preámbulo iniciático para continuar nuestro camino bajo la luz de Las Cuatro Nobles Verdades de Buda, a quien se conoce como El Gran Médico porque, con sus Cuatro Nobles Verdades, tal que un médico en su consulta, El Buda elaboró un Protocolo General para curar una enfermedad común en el Ser Humano: el Sufrimiento.

He aquí el enunciado de estas Nobles Verdades, así como una breve presentación de ellas:

* PRIMERA NOBLE VERDAD (el Diagnóstico): la Vida es Sufrimiento e Insatisfacción.
La vida humana en la Tierra comienza con el nacimiento y termina con la muerte física del cuerpo.
Desde que nacemos hasta que morimos, sufrimos diversas enfermedades y situaciones difíciles que nos hieren, nos trastornan y disgustan, nos ponen contra la pared y nos obligan a tomar decisiones en contra del corazón de las que, con un poco de suerte, no nos arrepentiremos después.

Desde que nacemos, todo a nuestro alrededor va cambiando: cambia nuestro cuerpo físico, cambian las personas con las que entramos en contacto, cambian nuestros trabajos, los lugares donde vivimos, etc. Sin darnos cuenta, nosotros mismos también cambiamos en el tiempo. Sin darnos cuenta, nos apegamos a esas personas, lugares y situaciones… y sin quererlo, creamos una interdependencia con ellos.

Como siempre han señalado los maestros, lo único que no cambia es que la vida es un cambio continuo.
Todo cambia constantemente; todo y todos nosotros estamos en un proceso de eterna impermanencia. Pero lo olvidamos y, sin saberlo ni quererlo, nos resistimos a los cambios y sufrimos cuando esos cambios acaban imponiéndose a nuestra realidad.

* SEGUNDA NOBLE VERDAD (la causa): la causa del sufrimiento y de la insatisfacción es el Deseo.
Cuando creamos vínculos con personas, situaciones y hábitos, nuestra bioquímica interna se adapta y responde perfectamente a estas circunstancias. Durante la interacción con estos elementos externos, se libera la dosis bioquímica que nos hace sentir « bien », cómodos y en una zona conocida en la que nos sentimos seguros. Y sin saberlo, querremos conservar todos estos elementos de la misma manera a lo largo del tiempo.

Como vimos en el párrafo anterior, es imposible que las situaciones y las personas no cambien y sigan siendo las mismas para siempre. Por eso, cuando comiencen los cambios, en algún momento nuestra dosis bioquímica habitual dejará de ser suministrada, dando lugar al nacimiento del deseo que nos pondrá en acción para obtener lo que nos falta.

El sufrimiento es, por tanto, la experiencia de nuestros deseos insatisfechos, de las expectativas no cumplidas que aún queremos experimentar con nuestro cuerpo. La falta permanente de satisfacción de nuestros deseos conduce inevitablemente a la frustración.

Muy a menudo, cuando ya no podemos obtener el objeto de nuestro deseo, lo sustituimos por otros objetos que nos aportarán una aparente satisfacción del deseo, pero sólo temporalmente… Veremos que, al cabo de un tiempo, cualquier objeto que pueda colmar nuestro deseo durante un tiempo dejará de satisfacernos y que nuestro sufrimiento original volverá a nuestra vida.

* TERCERA NOBLE VERDAD (el remedio): El remedio para el sufrimiento es su cesación.
Cuando identificamos los deseos que queremos satisfacer, podemos empezar a reflexionar sobre la naturaleza de nuestro deseo y cuestionarnos el origen de la carencia o vacío que hay detrás de él.
Si hacemos este tipo de trabajo interior, al final nos daremos cuenta de que en nuestras acciones para tomar del exterior lo que nos falta, está el reflejo directo de nuestra Ignorancia de lo que es Nuestra Verdadera Naturaleza: EL SER SUPERIOR o LA CONCIENCIA SUPERIOR.

Nuestro SER o CONCIENCIA está más allá de nuestra personalidad humana y sus condiciones limitantes.
Decir CONCIENCIA o SER equivale a decir el UNO, el TODO, la TOTALIDAD y la REALIDAD ÚLTIMA de todas las formas de existencia manifestada.
¿Qué podría faltarle al « YO » ÚLTIMO que Realmente Somos?
Si EL SER que Somos ESTÁ tejido en la Materia Oscura del Espacio-Tiempo, desplegándose a través de las Infinitas Volutas Cíclicas en la Creación y Destrucción de Todos los Mundos…
¿qué podría faltarle a este SER?

* CUARTA NOBLE VERDAD (la cura): la Cura para la cesación del sufrimiento es El Sendero Óctuple.
Cuando hemos comprendido y experimentado ciertas cosas, es posible que queramos cambiar y corregir algunas de nuestras actitudes, hábitos, tendencias, paradigmas y comportamientos que ahora constituyen nuestra identidad personal.
El Sendero Óctuple de Buda es como un Mapa Espiritual que nos guía por el camino de la corrección, la transformación y la curación definitiva de todas las formas de sufrimiento. Este camino se basa en el marco del No-Egoísmo, es decir, no permanecer obsesionados con nuestra propia comodidad y la satisfacción de nuestros propios deseos.

He aquí las Ocho claves:

1) Visión Correcta:
Necesitamos claridad, necesitamos saber honestamente dónde estamos, cuáles son las causas de nuestro sufrimiento inmediato y la previsión de soluciones y alternativas para la corrección y trascendencia de nuestra situación.

2) La Intención Correcta:
Una vez identificado lo que realmente queremos experimentar en la vida y partiendo de nuestras actitudes, comportamientos y acciones, debemos permanecer muy decididos y determinados a mantener la coherencia y el alineamiento con la nueva Voluntad de ser más Libres, más Sanos y Felices.

3) La Palabra Correcta:
Todo lo que decimos debe estar basado en la Verdad y expresado sin violencia en la transmisión de los mensajes.
Debemos aprender a no hablar más de lo necesario y a abstenernos de la difamación, de la difusión de rumores y del hablar ocioso.

4) Acción correcta:
Debemos aprender a llevar una vida basada en unos pocos preceptos éticos:
No matar ni agredir a seres vivos (principio de no violencia/inocuidad);
no robar;
no consumir drogas ni alcohol;
mantener una conducta sexual sana y respetuosa con el bienestar propio y ajeno.

5) Medios correctos de subsistencia :
La forma en que generamos nuestro sustento material debe basarse en la no violencia, la honestidad y los preceptos éticos nombrados anteriormente, para evitar causar sufrimiento o daño a otros seres vivos.
Por ejemplo, no se aceptan como modo de vida: el tráfico de armas; tráfico y prostitución de seres humanos; la producción y venta de carne animal; la producción de diversos venenos y la producción y venta de drogas y alcohol.

6) Esfuerzos Correctos :
Atravesar el camino de nuestros deseos y pasiones para alcanzar al otro lado la Luz de la Sanación y la Liberación de todo sufrimiento, sólo puede lograrse mediante el Poder de nuestra Voluntad.
Debemos realizarnos a través de nuestros propios esfuerzos, ya que no existe ningún dios que pueda hacer por nosotros lo que debemos hacer por nosotros mismos.

Los esfuerzos correctos se refieren a :

  • mantener y preservar los estados mentales sanos que ya se manifiestan en nosotros.
  • abandonar los estados mentales malsanos ya manifestados.
  • prevenir la aparición de nuevos estados mentales insanos.
  • favorecer la aparición de nuevos estados mentales sanos.

– Un estado mental insano es aquel que representa un terreno fértil para el crecimiento de patrones de sufrimiento.
– Un estado mental sano es aquel que representa un terreno fértil para el crecimiento de patrones de transformación y liberación de todo sufrimiento.

7) Atención Correcta:
Se supone que debemos aprender a anclar nuestra consciencia plenamente en el momento presente, a dominar la mente para que no divague entre los recuerdos del pasado y las especulaciones sobre el futuro. Se supone que debemos entrenar nuestra mente para que permanezca plenamente atenta a lo que está Aquí y Ahora, de modo que pueda responder mejor a las necesidades reales de cada momento.
Éste es el camino del Mindfulness o la Atención Plena, donde el anclaje a uno mismo se realiza a través de la concentración en la propia respiración.

8) Absorción Meditativa Correcta :
Cuando la mente está Aquí y Ahora, entramos en un estado que en verdad es natural, pero extraño para nosotros. Tenemos la capacidad de combinar en un solo momento, en un solo estado, estabilidad y lucidez con una mente equilibrada que está en paz y bien despierta.

Para ilustrarlo metafóricamente, el estado correcto de absorción meditativa es como una vela protegida del viento. La llama de fuego, sin el viento que la agite, no oscila e ilumina el espacio; la llama permanece estable e ilumina todo alrededor.
Sólo desde este estado mental podemos descubrir LA Realidad y desarrollar otros estados espirituales profundos.
Sólo desde este estado de meditación profunda la mente se purifica y se aclara, y puede revelarnos toda nuestra Creatividad Oculta y Todos los Secretos del Universo.

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